Wild Wild Country - Nos inspiramos en la nueva docuserie de Netflix
by Gabri Ortiz
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Lanzada el pasado 16 de marzo, Wild Wild Country es una locura. En serio, te explota la cabeza capítulo tras capítulo. La típica que cuando se acaba se queda ahí, en el poso de tu mente, digiriéndose lentamente mientras te vienen mil debates acerca de esta historia; ¿cómo? ¿en serio? Pero ¿cuándo? ¿por qué no he sabido nada de esto hasta ahora?... Aunque el planteamiento más interesante, el que todo espectador casi seguro se habrá hecho a sí mismo, es éste: si yo hubiera estado allí, en ese lugar y en ese momento, con esas personas, ¿qué hubiera hecho? ¿a qué bando habría pertenecido? ¿hubiera llegado taaaan lejos? Pero fijo que la mayoría no habrá querido hallar según qué respuestas, pues esto significaría indagar en los rincones más oscuros de uno mismo. En fin, que os la recomendamos fervorosamente si aun no la habéis visionado.
Lanzada el pasado 16 de marzo, El documental narra la historia del gurú Indio Bhagwan Shree Rajneesh (más tarde conocido como Osho) que alcanzó mucha popularidad por sus discursos y enseñanzas de carácter espiritual, abogando por prácticas como la meditación dinámica o el sexo libre. En los 70, su fama transcendió de la India ganando adeptos a nivel mundial, la gran mayoría de Estados Unidos. En 1981, con la incondicional ayuda de su secretaria personal y mano derecha Ma Anand Sheela, fundó la secta/comuna Rajneejpuram en Antelope, un pueblo en mitad de la na-da perteneciente al Estado de Oregón. En este punto, queridos lectores, es cuando se desata la gran guerra. Porque claro, nos situamos en Antelope, un pueblo de escasísimos habitantes de mentalidad más bien conservadora, que de repente ven llegar a unos hippies forasteros que se pasan el día llevando a cabo rituales extrañísimos y teniendo sexo los unos con los otros. Que empiezan a construir y a construir, y a comprar casas y locales monopolizando la zona, su zona. Donde se suponía que esos 50 lugareños de edad avanzada iban a pasar su última etapa de la vida en la paz y en la harmonía, los rajneeshes se lían a construir su propio sistema de alcantarillado, su central eléctrica, sus granjas, sus campos de cultivo... Luego cambian el nombre del pueblo por Rajneejpuram (ciudad de Rajneesh) y también el de las calles. A ese nivel va avanzando la historia, locura tras locura hasta llegar a unos niveles estratosféricos dignos de la ficción.
Y ya paramos de regodearnos en el argumento que no queremos quitarle emoción para quien no la haya disfrutado aún. A donde sí queremos llegar, es la parte visual y estética. Las imágenes grabadas de aquella época, conviven con las entrevistas hechas a los protagonistas del relato en su estado actual. Lo que llama la atención, es la cantidad de vídeos existentes sobre Rajneejpuram y sobre el desarrollo de los acontecimientos. Las imágenes de antaño no tienen ningún desperdicio; esos trajes, esos ritos, esas celebraciones... Ya se sabe, que un colectivo precisa de unos códigos para ser fuerte: una filosofía, un líder, un enemigo, un nombre, una bandera, unos colores... y los rajneeshes llevaban toda esta simbología al extremo. 
La gama cromática de su vestimenta se basaba (únicamente) en los tonos rojizos como, granates, magentas, rojos, naranjas e incluso violetas. Nosotros, en Trait, nos hemos imaginado cómo vestirían nuestros protagonistas en la actualidad y qué productos elegirían si vinieran un día a nuestra tienda. Así que nos hemos inspirado en sus códigos estéticos para proponerte formar parte de lo que hemos llamado Wild Wild Trait.
2. STUSSY Bañador Stock Water Short - Red
En el Estado de Oregon suele hacer frío y llover bastante, pero para cuando sorprendiese el sol, sería bueno tener estas Lulu de Komono cerca.
4. SAMSOE SAMSOE - Falda Pamela 9807 - Puffins Bill
En Wild Wild Trait se llevaría esta falda de Samsoe Samsoe. Sin duda uno de los favoritos de la temporada.
Seguro que necesitarían unas de éstas para estar confortables e ir de un lado para otro de la ciudad, porque cuando nuestros amigos no estaban en alguna meditación o acto espiritual, no paraban de trabajar y trabajar. Comodidad y compromiso con la comunidad, eso es lo más importante.