Los bitcoins han llegado a Trait Store
por Gabri Ortiz
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Si perteneces a ese perfil de persona que dispone de bitcoins en su bolsillo virtual, te informamos que ahora también puedes hacer uso de ellos comprando en nuestra tienda online. Sí, has leído bien, aceptamos esta criptodivisa como alternativa al método de pago convencional. Aunque si por el contrario, eres de las que esto de las monedas virtuales, le suena un poco marciano, no te asustes, más abajo hablamos sobre el tema.
En Trait nos encantan las nuevas tecnologías y creemos intensamente en su potencial para hacernos la vida más fácil y divertida. Por eso siempre estamos abiertos a utilizar nuevas herramientas y tratar de mejorar vuestra experiencia a la hora de comprar en nuestra tienda. Así que hemos querido dar un paso más allá y sumarnos a este nuevo sistema revolucionario. Y es que hace ya bastante tiempo que esto de las criptomonedas viene siendo un tema de conversación recurrente en Trait.
Si quisierais cambiar vuestros bitcoins por uno o varios de nuestros productos, sólo tendríais que proceder con la compra de forma habitual, hasta llegara la última pantalla en la que se elige entre pagar mediante tarjeta de crédito, PayPal o bien coinbase. En este caso, tendríais que elegir la última opción, coinbase, que es la plataforma desde la cual se gestiona este método.
Dicho esto y para ponernos todos en situación, os contamos un poco de historia sobre qué es, cómo y quién la creó.
Bitcoin es un sistema de contabilidad, igual que el dinero, sólo que mientras que el dinero precisa de un banco que funcione de intermediario y emisor central, en el sistema bitcoin, sólo entran en juego las dos personas involucradas: el emisor y el receptor. De este modo, el proceso es muchísimo más rápido, porque por una parte se ahorra tiempo (una transferencia puede tardar hasta muchos días, dependiendo de a qué zona del mundo se envíe) y por el otro, pone fin a las comisiones; ese extra que se lleva el banco por ejercer de intermediario. Este invento abre un campo de posibilidades y de usos infinitos. Es por eso que esta idea utópica ha ido ganando adeptos con los años, del mismo modo que se han ido creando nuevas criptomonedas para muchos fines distintos.
Otro dato importante, es que las transferencias son anónimas, es decir, no se sabe la identidad exacta de la persona con quien se esta operando, ya que su cartera permanece encriptada. A cada persona le corresponde un código concreto y todas estas transacciones se registran mediante el llamado blockchain (cadena de bloques), en el que varios ordenadores se encargan de registrar las operaciones a cambio de bitcoins para los propietarios de dichos aparatos. Así, cada moneda tiene su propio historial, pudiéndose saber qué recorrido ha hecho cada una y por quién ha pasado. De este modo, se descentraliza toda la información que antes pertenecía a una única institución para ser añadida a un libro contable abierto que se encuentra online, al alcance de todos. Esto acaba con las posibles acciones corruptas y turbias puesto que es muy difícil hackearlo.
Es de suponer que la génesis de todo esto, se encuentra en el movimiento Ciberpunk, surgido de una especie de amor por internet y sus posibilidades. En los noventa ya se había tonteado con esta idea de las criptomonedas, el criptógrafo David Chaum creó DigiCash y estuvo a punto de conseguir el éxito. Pero no fue hasta 2008, coincidiendo con el desplome de la bolsa, que no se volvió a retomar. A veces, el tocar fondo, acaba siendo una antesala a soluciones creativas y arriesgadas. Mediante esta tecnología, se creó una vía alternativa que obvia las estructuras de poder y las jerarquías asociadas, donde las operaciones funcionan de igual a igual de manera consensuada y anónima.
Pero lo mejor es algo que dota al bitcoin de un aura de misterio que lo hace, si cabe, más atractivo aun. Tiene que ver con su creador, Satoshi Nakamoto, que creó el primer bitcoin en enero de 2009. Satoshi Nakamoto es alguien que no se sabe quien es en realidad; podría ser un hombre, una mujer o bien un grupo de personas. Un ente totalmente desconocido que nadie ha visto nunca. Las únicas huellas que existen sobre Nakamoto, son los emails que intercambió con los compañeros que le ayudaron a desarrollar este sistema.
Aun no se sabe dónde llegará todo esto puesto que está en constate cambio y evolución. Además carece de reglamento, por lo que su futuro está en entredicho. Nosotros, como veis, confiamos.
(*Si queréis profundizar más en este tema, os recomendamos el documental Banking on Bitcoin que se encuentra en Netflix)