"Consuming less, but Consuming better”

Hace cinco años en París nacía Bleu de Paname. Una marca que funciona con una premisa muy simple: reinventar la ropa de trabajo para una nueva generación de urbanistas unidos por las prendas de, como ellos dicen, una "trustworthy brand" (marca de confianza)

La historia de la marca nace en 2009 cuando Christophe Lépine, que trabajaba en la oficina central parisina de Nike, y Thomas Giorgetti que hacia lo mismo para la industria de la prensa de moda,  comienzan un proyecto de marca "secreta" llamada Bleu de Paname. Al principio, los dos fundadores, empiezan ideando la marca con un enfoque claro en el pantalón denim aunque ya en ese momento tenían una fuerte creencia en la ropa típica de trabajo local y en en la forma de vestir de la clase obrera francesa. En aquel entonces, ese segmento de la moda no tenía absolutamente ningún rasgo cool en Francia, pero Christophe y Thomas estaban seguros de que con las telas y las referencias adecuadas, sus pantalones vaqueros serían la introducción perfecta a una nueva marca. 

La lectura de libros, sus colecciones personales de prendas e incluso los armarios familiares (algunos familiares de Christophe habían sido propietarios de una gasolinera y trabajadores de la industria textil) fueron algunas de sus inspiraciones en esos primeros momentos. 
Hacia el final del 2008, elaboran una serie de productos sin la presencia de ningún logo sucediendo todo esto en pleno auge del "fast retailing" y en pleno contraste con el lema de Bleu de Paname "consuming less, but consuming better” ("consume menos, pero consume mejor"). El 4 de enero de 2009 BDP revela su primera colección mediante un video en la red que se envía a miembros de prensa, de la industria de la moda y de las tendencias. Con 8 artículos de ropa en esta primera colección (una chaqueta "veste de comptoir", cuatro camisas y tres pares de pantalones, Bleu de Paname presenta al mundo su declaración de marca: ropa típica de trabajo pero totalmente actualizada para la vida moderna en la ciudad.

Pocos días después, Colette, una de las principales tiendas de París, contactó con la marca, seguido poco después por la feria de moda Who’s Next que invitó a BDP a su edición de enero. Justo en ese momento en que la etiqueta "Made in France" era casi una broma no tan respetada como hoy en día, la primera colección de Bleu de Paname se agotó en cuestión de pocas semanas.

El desarrollo de un tejido BDP tarda alrededor de un año gracias a la labor de los veteranos de los talleres textiles franceses y es que la marca trabaja con aproximadamente diez compañías distintas para producir sus telas. Otros seis socios en Francia son los encargados de terminar la ropa. Un total de 150 personas trabajan en las telas y producciones de BDP. Christophe Lépine se refiere a ellos como "los chicos comprometidos, esos que nunca se dan por vencidos sin luchar". Todo esto asegura una fabricación de máxima calidad, con muchos menos defectos en el producto final, en comparación con las fábricas de producción de "alto volumen", así como una relación basada en la confianza, vital para la evolución futura de la marca.

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